VOZ ESPIRITUAL
(Foto tomada web)
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Canto de mujer tribal, de voz armoniosa que se mezcla con los
instrumentos de los dioses. Canto que viaja sobre las montañas, más allá de las
nubes y se va más allá del cielo, eco sanador, que va y viene dentro de
un verbo sabio, canto que reúne a sus ancestros en su voz, tarareo que nace,
que cae, que espera, que nada en fluido acuoso y vuela porque es diseñada para
ser voz sagrada, angelical, sonido ritual invariable que se traspasa por el
viento al alma. Voz creada en un mundo enigmático, garganta que se deletrea
humilde, que vino a instaurarse como un templo de esperanza dentro de un
mundo cauteloso e incrédulo.
Voz de niña curiosa al comienzo, luego hechicera ingenua,
aprendiendo del mundo iluso fantástico, para donar su sabiduría; más tarde, chamana bondadosa dentro sus
cualidades espirituales, porque no hubo ni conoció nunca la morbosidad ni
vicio alguno, solo el don de invocar a los espíritus.
Voz intuitiva, con acordes de misticismo, dejando atrás el mundo
que se mostró antes sus ojos, irracional, con pensamientos obsesivos y
confusos, tan apartados del símbolo de paz y amor que ella vino a cantar o
pregonar, el bien sobre el mal
Su canto de multisonidos cambia de tonalidad e intensidad, de
acuerdo a la variación de su voz, canto místico, hipnotizante, sagrado, vestido
de antigüedad, que mece, arrulla y transporta a otros mundos.
Viaje de paz infinita, carrusel de colores irizante, y en el
centro del ritual los ojos cerrados se abren para ver flores, raíces, substancia
dorada como la miel, u otras hierbas alucinógenas y entre rezo y canto,
una luz intensa, majestuosa, que viene, se posa en el centro del ritual, y se
va desvaneciendo lentamente, todo se vuelve paz, armonía para el sujeto
enfermo, se pide perdón por las imperfecciones, y la bendición llega, todo es
sentirse cobijado bajo la manta de esa voz que invoca a ratos el nombre del
supremo, deletrea sabiduría, murmura y aleja a espíritus torvos, maléficos,
para luego entonar la súplica del amor de un dios en toda su potestad, en su
luz sentirse diminuto, inmensamente pequeño, todo se vuelve un edén, aparecen y
se acercan, cantos de pájaros, flores multicolores, lunas, soles, estrellas, un
universo completo pasando antes sus ojos lastimeros, sin saber qué hacer con
tanta belleza.
Patricia Araya
25092014- 5741-08-07-53