Huellas sagradas
(Foto tomada web)
(Foto tomada web)
Dame tu mano y llévame por tu mundo espiritual, sea el calor de tu
corazón ilumine mis días. Toda la luz del universo atraviese mi ser, y mi alma
se vuelva ave trasmutada. Deja tu mirada sobre la mía y ambas vuelen los cielos
en busca del otro.
Ver la tierra desde afuera y poder descifrar todos sus estados azules, en un enrejado de idiomas
unidos en una sola voz. Deja tu alma suave como una flor de loto me acaricie y
me contemple desde los bordes y desde el centro de tu universo interior.
Elévame al rezo que debo cantar, y tu mantra de mil y una ideas se conviertan
en un don espiritual en mi vida.
Mírame desde allá donde habitas y déjame escuchar tu voz sanadora,
vislumbrar tu sonrisa armoniosa, bañarme en ella, como nunca hubiera imaginado.
Déjame viajar por la galaxia de tu amor, y poder contemplarte
cuando duermes en el medio de centro estelar, rodeado de estrellas.
Déjame descubrir el poder divino, déjame contemplar tu perfil tatuado de flores
salvajes, déjame ir por los bosques diseñados para que tú camines en ellos.
Déjame ofrendar mi espíritu mundano para purificar su estigma.
Siento tu mano rosar la mía y de ese roce nacen panes sagrados, mi alimento de
aquí en adelante. Voy en un río de paz y tus ángeles me guían. Yo dejándome
estar en el centro de esa luz.
No me dejes de contemplar o sonreír, aquí estoy aprendiendo de tu
sabiduría, como una niña que recién aprende a leer.
Todo gira a mí alrededor, y todo se vuelve galaxia de amor.
Que tus pies no se cansan de venir hacia mí, y no dejes de contemplar mis
sandalias que nunca había calzado, me animo a caminar
contigo…te sigo y llego hasta el jardín donde flores rojas me reciben, y entro
a tu iglesia sacra, donde la oración nunca termina. Abrazo este lugar
aprendiendo de su diversidad, y puedo ver tus manos entrelazadas en posición de
relajación, y tus ojos están invertidos hacia adentro. Toda la galaxia te
alumbra y estás aquí para compartir la luz del iluminado.
Me quedo frente al signo dios que me eleva a un estado de quietud
espiritual. Viajera en un estado lumínico, despierto contemplando la semilla
germinadora del amor.
El puente espera que lo atraviese, voy hacia ti, ahí está el lugar
donde se es uno con el todo.
El sol resplandece en el ocaso, y recibo su bendición, me sumerjo
en el agua y cuando reaparezco voy por el camino correcto.
Gracias por dejarme en el camino de tus huellas sagradas.
Patricia Araya
25092014 -5741-08-07-53
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